En la segunda entrega de esta especial sobre el karate e inclusión le compartimos la vivencia de la señora Victoria Martínez y su hijo Mauricio Campbell; de seis años de edad.
A ellos también los acogió el camino de las manos vacías, es decir el karate.
¿Cómo fue este proceso? Bueno, desde pandemia se enteraron de los cursos que se ofrecían en el Gimnasio Roberto Kelly, a través de la Junta Comunal de Don Bosco.
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De acuerdo con Martínez, una vecina que trabaja con alumnos especiales le pasó el dato que había un programa donde entrenaban a los niños, incluyendo a los especiales, en karate.
Curiosamente, narró que inicialmente la habían referido a otro sensei. Sin embargo, un buen día, en medio de una marejada de niños con sus kimonos y coloridas cintas, ella se acercó a quien portaba la cinta negra en el grupo y expuso el caso de su hijo. Temía que le dijeran que no, pero se atrevió a hacer la consulta.
Sorpresivamente, el sensei Edwin Villareal le respondió que sí la podía ayudar y que ambos eran bienvenidos, pero luego ella se percató de que había llegado al lugar indicado aunque por con una leve equivocación. Ni modo, la experiencia ha sido satisfactoria en el Dojo Karate OGKK Don Bosco. Son uno más de esta gran familia.
Desde los cinco años de edad, Mauricio hace lo posible para foguearse en lo que puede en katas y kumite. Él disfruta cada experiencia y se siente respaldado tanto por su mamá, que no lo pierde de vista y su maestro, que sabe como guiarlo y sacar lo mejor de él.
Cuatro días a la semana, este pequeño valiente se esfuerza no solo físicamente, sino también a la condición que presenta. Eso no ha sido obstáculo para que Mauricio siga aprendiendo y divirtiéndose como todo niño.
Batalla tras batalla con y por Mauricio
Victoria Martínez compartió con este medio que su hijo, una vez se cayó en el baño de la casa. Lo llevaron a urgencias y en el camino convulsionó.
Estando en la Policlinica J.J. Vallarino, ubicada en Juan Díaz, se le hicieron una serie de exámenes y los resultados indicaban que no tenía nada.
Ante las dudas y la experiencia que había vivido lo refirieron al Hospital de Especialidades Pediátricas y se le hicieron otra serie de exámenes, entre los cuales le detectaron una malformación en el cerebro.
Paralelamente, los especialistas estimaron que tenía rasgos de epilepsia, por lo que fue atendido por un neurólogo y un paidosiquiatra. Posteriormente, a medida que avanzaron en su atención empezaron a notar problemas de atención muy marcados.
"Había cosas que para su edad le era fáciles o muy difíciles. Dentro de esto, ahora mismo él está en un estudio de leve autismo, porque los especialistas aún no han definido en qué área de este espectro se encuentra, porque los rasgos que él presenta son muy difusos", comentó la madre de Mauricio.
#DeportesDD El karate abre puertas y muchos beneficios para quienes lo practican. Victoria Martínez acude con su hijo Mauricio Cambell al Dojo OGKK Don Bosco y nos relata su experiencia. pic.twitter.com/oSn3cdXvJC
— Diario DiaaDia (@DiaaDiaPa) May 29, 2023
El karate le brinda un equilibrio en su vida diaria
El paidosiquiatra estima que el estudio le tomará cuatro años aproximadamente, porque el niño está en desarrollo y a raíz de la malformación en el cerebro toca descubrir qué áreas desarrolla más que otras.
En efecto, la progenitora está anuente de que a Mauricio se le dificulta la concentración o seguir instrucciones.
Pese a esto, este niño es parte el Dojo, donde cuatro veces a la semana se ejercita, aprende y se divierte con otros niños de su edad.
Afortunadamente, no tiene problemas para integrarse con otros karatecas de su edad. Eso sí, es muy obediente con su sensei, quien desde que llegó al dojo le ha tenido mucha paciencia y valora mucho los esfuerzos que hace.
A sus seis años de edad estudia el primer grado en una escuela particular, pero una vez concluido el primer trimestre se analiza la posibilidad de trasladarlo de escuela, pues en el aula donde estudia hay 24 estudiantes y trabajar el tema de la concentración en Mauricio se complica, aunque la docente hace su mejor esfuerzo.
Mientras tanto, Mauricio sigue creciendo en la disciplina que le ofrece el karate, no deja de ser cariñoso con sus familiares y le apasiona jugar y asistir al dojo que le abrió las puertas para conocer este arte marcial, que basa su filosofía en la creencia de alcanzar un equilibrio en la vida diaria y que va más allá de practicar un deporte para ser concebido como una forma de pensamiento.
